El Reino de Dios Padre y su Justicia..
Mateo 6- 33 Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia [rectitud],3 y todas estas cosas os serán añadidas. [¡Note! Se supone que esta debe ser la prioridad más importante de su vida — más que sus esfuerzos para proveer comida, bebida y vestimenta.]
Esta es la prioridad más importante que él nos mandó a tener en la vida, buscar primeramente el reino de Dios, y su justicia [rectitud]. No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Además Jesús dijo: Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, que el Hijo del Hombre os dará; porque en éste, Dios el Padre ha puesto su sello... El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada... De cierto, de cierto os digo: El que cree [depende, confía, obedece] tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida... Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida... No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mat 4:4
Jesús nos dice como; no es leyendo la Biblia, no es llendo a un edificio ni escuchando a alguien hablar, no es pidiéndole a Dios lo que usted quiere. Usted debe ir a él. Usted debe esperarlo — escuchar silenciosamente, con la humildad de un pecador en necesidad de su poder que produce cambio — la gracia. Busque, escuche, obedezca...busque, escuche, obedezca....busque, escuche, obedezca. Usted debe escuchar, oír, y recibir con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar su alma. Santiago 1:21. Usted debe soportar hasta el fin, cuando Cristo traiga salvación. Busquen a Jehovah tu Dios, y lo hallarás, si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. Deut 4:29
¿Dónde está el reino que se le manda buscar? Y cuando los fariseos le preguntaron acerca de cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió diciendo: --El reino de Dios no vendrá con señales externas que se puedan observar. No dirán: "¡Mirad, aquí está!" o "¡Allí está!" Porque el reino de Dios está en dentro y alrededor de vosotros. Lucas 17:20-21. Y Dios está en ustedes también: Un solo Dios y Padre de todos, quien es sobre todos, a través de todos y en todos. Efe 4:6. Dios .. no está lejos de ninguno de nosotros; porque en él vivimos nos movemos y somos, (Hechos 17:27-28) — pero no estamos conscientes de su presencia hasta que le buscamos y le encontramos, porque estamos en una dimensión física más baja. Y Cristo está en usted también: Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. Col 1:27...¿O no conocéis en cuanto a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que ya estéis reprobados [probados, rechazados, abandonados al pecado]? 2 Cor 13:5
¿Qué justicia nos ha mandado a buscar? ¡Su justicia! Esto no es extraño porque: debemos ser perfectso como nuestro padre celestial es perfecto, Mat 5:48; debemos ser misericordiosos como Él es misericordioso, Lucas 6:36; debemos llegar a ser puros como Él es puro, 1 Juan 3:2-3; así como aquel que os ha llamado es santo, también sed santos vosotros en todo aspecto de vuestra manera de vivir, porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.1 Pet 1:15-16; para que andemos como él anduvo, 1 Juan 2:6, en que como él es, así somos nosotros en este mundo. 1 Juan 4:17. No hay flexibilidad ni equivocación en ninguno de estos requisitos.
Hoy en día los así llamados cristianos piensan que son justos porque "creen en Jesús" o porque han sido bautizados; sin embargo Juan nos advierte: Hijitos, nadie os engañe. El que practica justicia es justo, como él es justo. 1 Juan 3:7. Y Pablo nos advierte: ¿No sabéis que a quien os ofrescáis para obedecerle como esclavos, sois esclavos del que obedecéis; ya sea del pecado que lleva a la muerte o de la obediencia que lleva a la justicia? Rom 6:16. El hombre ni siquiera sabe lo que es la justicia, hasta que Dios le muestra lo que son el pecado y la justicia: La justicia de Dios se revela por fe y para fe, Rom 1:17; fe, revelación, más fe, revelación, más fe, etc. Nadie conoce bien al Hijo, sino el Padre. Nadie conoce bien al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Mat 11:27. Porque lo que se conoce acerca de Dios se revela en ellos. Rom 1:19. Aprender acerca de Dios no es leer acerca de Dios, ni oír a alguien hablar acerca de Dios, porque Dios es conocido por la revelación en su corazón, donde usted le oye y le ve a él enseñándole acerca del pecado, la justicia y acerca de sí mismo.
La justicia que debemos obtener:
Cristo viste con su justicia a aquellos que reciben su gracia en sus corazones, y se niegan a sí mismos, y toman su cruz diariamente, y lo siguen. La justicia de Cristo hace a los hombres santos en el interior, con mentes santas, como también su voluntad y prácticas. Aunque tenemos justicia, es la de Cristo; porque es nuestra, pero no por naturaleza, sino por fe y adopción. Es el regalo de Dios. Pero aún asi, no es de nosotros como si viniera de nosotros mismos, sino que es la de Cristo, ya que proviene de él. Sin embargo es nuestra, y debe ser nuestra por posesión, poder, y placer, para que nos haga algún bien; de otra manera la justicia de Cristo no nos sirve para nada. De esta manera él fue hecho justicia, santificación, justificación y redención para los primeros cristianos; y si alguna vez usted llega a tener el consuelo, la semilla y la médula de la religión cristiana, de la misma manera usted debe llegar a aprender y obtenerla.
El Padre está en todos ustedes, Cristo está en ustedes, y el reino de los cielos está en ustedes; allí, en sus corazones, es donde ustedes los encontrarán. Conózcanlo allí, escudriñando sus corazones, y encuéntrenlo allí probando sus mentes y corazones; inclinen sus oídos, y oíganlo allí, quien le dará a cada uno de acuerdo a sus palabras y acciones, si es que son buenas o malas. ESTAD QUIETOS Y RECONOCED QUE YO SOY DIOS. Sal 46:10
En Lucas, Jesús enfatiza el oír y el obedecer: Yo os mostraré a qué es semejante todo aquel que viene a mí y oye mis palabras, y las hace [las practica y las obedece].
Es semejante a un hombre que al edificar una casa cavó profundo y puso los cimientos de manera segura sobre una roca. Y cuando vino una inundación, el torrente golpeó con ímpetu contra aquella casa, y no la pudo sacudir, porque estaba fundada sobre una roca.
Pero el que oye y no hace es semejante a un hombre que edificó su casa sobre tierra, sin cimientos. El torrente golpeó con ímpetu contra ella; en seguida cayó, y fue grande la ruina de aquella casa. Lucas 6:46-49
A medida que usted espera y escucha al Señor, usted obedece lo que él le manda a hacer; por lo tanto, de la Voz del Señor: "poco a poco progresa la voluntad de Dios." Usted sigue obedeciendo sus mandamientos hasta que él finalmente lo libera de todos sus pecados, y entonces usted es justo; su obediencia entonces lo ha llevado a ser justo por medio de su gracia.
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