El Peor Enemigo. Parte 1

El Peor Enemigo. ES "satanas"

quien ideo su plan y ya en la face final conoce mas de esto y sal del error estamos en tiempos finales apocalipticos

martes, 1 de junio de 2010

No endurezcáis vuestros corazones

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Hebreos 3


 1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad a Jesús, el apóstol y sumo sacerdote de nuestra confesión.
 2 Él era fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
 3 Pero él ha sido estimado digno de una gloria superior a la de Moisés, por cuanto aquel que ha construido una casa tiene mayor dignidad que la casa.
 4 Porque toda casa es construida por alguien, pero el constructor de todas las cosas es Dios.
 5 Moisés fue fiel como siervo en toda la casa de Dios, para dar testimonio de lo que se había de decir después.
 6 En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre su casa. Esta casa suya somos nosotros, si de veras retenemos la confianza y el gloriarnos de la esperanza.
 7 Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oís hoy su voz,
 8 no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la prueba en el desierto,
 9 donde vuestros padres me pusieron a gran prueba y vieron mis obras durante cuarenta años.
 10 Por esta causa me enojé con aquella generación y dije: "Ellos siempre se desvían en su corazón y no han conocido mis caminos."
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 11 Como juré en mi ira: "¡Jamás entrarán en mi reposo!"
 12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros un corazón malo de incredulidad que os aparte del Dios vivo.
 13 Más bien, exhortaos los unos a los otros cada día, mientras aún se dice: "Hoy", para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
 14 Porque hemos llegado a ser participantes de Cristo, si de veras retenemos el principio de nuestra confianza hasta el fin,
 15 entre tanto se dice: Si oís hoy su voz,1 no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación.
 16 Porque ¿quiénes fueron aquellos que habiendo oído le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto con Moisés?
 17 ¿Y con quiénes se disgustó durante cuarenta años? ¿No fue precisamente con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
 18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que no obedecieron?2
 19 Y vemos que ellos no pudieron entrar debido a su incredulidad [falta de voluntad para confiar, depender, y obedecer a Dios].



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Mas hemos resuelto escuchar al Hijo, ya que tanto El, como el Padre, mandan, y, como lo atestiguan las Escrituras, escuchando al Hijo, escuchamos al Padre. Porque así dijo Pablo a los Hebreos; "Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a 9 los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo." . . . Notad esto; Dios nos ha hablado (a Sus apóstoles, a Sus discípulos, a Su Iglesia) por Su Hijo, y, con todo y que algunos objetan que si bien Cristo, cuando Hombre, habló a Sus discípulos y a los judíos, no ha vuelto a hacerlo más después de la Resurrección y Ascensión; se les puede responder que los judíos no pudieron oír su voz celestial entonces, ni tampoco pueden aquellos que se llaman cristianos, sino que hoy están en la misma naturaleza en la que estaban los judíos. Pero los discípulos de Cristo, que aprendieron de él, ellos oyeron su voz entonces y la oyen ahora.
Después de que Cristo había resucitado, le habló al apóstol Pablo y el resto de los discípulos, incluyendo a Juan, cuando escribió sus revelaciones. Y el apóstol le dijo a los hebreos: "Mirad que no desechéis al que habla. Porque si aquellos no escaparon que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháramos al habla de los cielos," quienes descuidaron y resistieron a Moisés, murieron en manos de dos o tres testigos. Aquellos que se resistieron a la ley de Moisés, que habló en la tierra, murieron sin piedad.
Mas fue de muerte carnal; pero los que lo desechan a Él, que habla desde el cielo, arriesgan y descuidan su propia salvación. Por lo tanto mientras todavía esté de día, no dejen de oír su voz. Aquellos que descuidan oír su voz mientras todavía es de día, endurecen sus corazones (Heb 3:15).
El apóstol dijo:"Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo." Por esta razón Juan dijo en el Apocalípsis: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias." Apoc 2:7. "Y se dice que Cristo nos habla desde el cielo." Heb 12:25.
http://blogs.21rs.es/lamet/files/2009/03/david-verde-duda.jpg
2 Los judíos habían dejado las riquezas de Egipto para terminar en el desierto, sin comida, sin agua, sin entretenimiento. Esto era deprimente. No podían creer que Dios realmente los sacaría del desierto para llevarlos a una tierra donde fluye leche y miel. Dudaron de la promesa de Dios. No creyeron, por lo tanto no obedecieron. Los judíos pecaron y fueron destruídos por Dios en el desierto para nunca entrar en la tierra prometida, para nunca entrar en el reposo.

¿Por qué fueron destruídos los judíos por Dios en el desierto? Por desobedientes. ¿Por qué cayeron Adán y Eva? Por desobedientes. ¿Por qué le dijo el Señor a aquellos que pensaban que eran cristianos que serían alejados de su presencia? Por desobedientes. ¿Qué se necesita para alcanzar la salvación? Obediencia.
[Jesús] llegó a ser Autor de eterna salvación para todos los que le obedecen. Heb 5:9. La creencia sin obediencia es sólo hablar de la boca para afuera y es un cristianismo falso de asambleas de hipócritas.
Este capítulo y el próximo son una advertencia para todos los que se llaman a sí mismos cristianos: a evitar perder su alma y ser excluído del cielo, como los judíos que fueron destruídos en el desierto y a quienes se les prohibió entrar en la tierra prometida, usted debe obrar celosamente en fe para alcanzar la promesa, la cual es unión con Dios y la entrada al reino del cielo, dentro de usted y alrededor de usted. Esto resulta en que usted entra en el reposo, donde usted deja sus propias labores, y obra bajo la guía de Dios; siguiendo la inspiración de Dios, vigorizado por Dios. Así su verdadero Señor y maestro lo controla y lo vigoriza con su poder, y sus palabras y obras son llevadas a cabo de acuerdo a su voluntad y su placer. Esto es "hágase tu voluntad;" usted ha dejado su propia voluntad, dejado sus propios planes, dejado sus propias decisiones — en reposo en Cristo, con la voluntad y el poder de Dios en control.

Oh cristianos, no están a gusto con sus pecados, pensando que sólo
creer en Jesús es necesario: ¡Levantaos e idos, ya que éste no es lugar de reposo! Por causa de su contaminación será destruido con dolorosa destrucción. Miq 2:10.

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